"más que amigas" tercera parte

He aquí lo que varias personas esperaban impacientemente, la tercera y última parte de "más que amiga" ya la podéis encontrar en Nanichane.

Espero que os haya gustado y que la valoréis.

Pensando una y otra vez que maravillosa era la vida cuando estaba con Lina al lado, cuando merendábamos en el parque, cuando reíamos juntas y jugábamos con los vestidos de mi madre, que bonitos que le quedaban a Lina…

-¿Te gusta María? –Preguntaba cada vez cuando se ponía uno.

-Te quedan preciosos Lina

Tenía claro que esto no era una experiencia, sabía perfectamente que quería a Lina y no la quería dejar nunca, desde que éramos pequeñas ya me parecía una chica fantástica, y ahora me parecía la cosa más especial y bonito que había en la faz de la tierra.

Pasaron los días y Lina y yo estábamos más unidas que nunca, sus padres estaban felices de tenerla cerca y no en Madrid, y la venían a visitar algún que otro día y pasaban tiempo con ella, mi madre y la suya solían a hablar en su casa y se decían todo lo que pasaba y mi madre le contaba cómo nos portábamos en casa.

-¿Qué aremos cuando tengas que volver a casa Lina? –Le pregunté ya que llevaba unos días pensándolo.

-No sé, supongo que estaremos igual ¿no?

-Sí… pero ahora no podemos dormir juntas…

-Claro que sí boba, algún día te puedes quedar en mi casa y otro yo en la tuya y hacer cositas malas 

–Dijo sonriendo

Yo solté una risa picarona y la besé.

-Soy muy feliz María –Soltó después de besarle

-Y yo, desde que estoy contigo

Y de repente mi madre entró en la habitación sin tocar, pero no llegó a vernos.

-Lina, María venid que tenemos que hablar.

¿Qué había pasado ahora? Pensé, quizá nos habían escuchado o alguien nos había visto en la playa besándonos, ¡Qué vergüenza! Aunque no me importaba que mis padres supieran lo nuestro, me era indiferente.

-Me ha llamado la madre de Lina –Dijo un poco disgustada –Lina tienes que hacer las maletas, vuelves a casa.

¿Qué? ¿Volver a casa? Nos habíamos acostumbrado a estar juntas, a vivir en el mismo techo y a dormir en la misma cama. ¿Y ahora? ¡Tenían que avisar con antelación! Pensé, pero al mismo tiempo me pareció una chorrada.

-¿Qué? –Preguntó Lina con una cara ya apagada

-Lo siento Lina, lo acaba de decir tu madre por el teléfono

-Bueno, igualmente gracias, estoy muy agradecida por lo que habéis hecho por mí y por mis padres.

-No hay nada que agradecer preciosa –Dijo mi padre

Nos fuimos las dos cogidas de la mano un tanto decepcionadas y aunque mucho de vosotros penséis que es una tontería ponernos así por esto y porque igual nos seguiríamos viendo, para nosotras era totalmente diferente, no solo estábamos bien como estábamos sino temíamos  volver a alejarnos como la última vez.

-Promete que no nos separaremos –Le dije ya casi con las lágrimas cayendo

-No te lo prometo, te lo juro –Contestó abrazándome

Nos fuimos a dormir a las 12 y media, estábamos agotadas, habíamos puesto a lavar toda su ropa y a secarla en el secador, doblarla y meterla en su maleta.

-Buenas noches mi vida – Le dije dándole un beso en la frente

-Buenas noches amor

Dormimos juntas y abrazadas, fue la noche más cómoda que dormí con ella.

Sentía sus senos bastante fríos e intenté calentárselos con un masaje de lo más agradable y lo sé por los gestos y los soniditos que hacía.

Al día siguiente, por la mañana su madre pasó a buscarla y ella me dio un beso en la mejilla y se despidió de mí y de mis padres dándonos otra vez las gracias.

En el instituto nos mirábamos y seguíamos como siempre, alguna que otra mañana nos escabullíamos del instituto e íbamos a un escampado no muy lejos a demostrar el amor mutuo que nos teníamos y dejábamos que fluyeran en aquél acogedor terreno.

FIN